Medidas para contrarrestar el impacto de la COVID-19 en España.
Con la intención de colaborar para reforzar los sistemas sanitarios nacionales y contener la propagación del virus SARS-CoV-2, la Unión Europea y sus Estados miembros, tienen como prioridad salvaguardar la salud de su ciudadanía tomando también medidas para mitigar el impacto socioeconómico.
Según publica la página web del Consejo de la Unión Europea, “durante esta crisis los países de la UE están redoblando sus esfuerzos para apoyarse mutuamente, ayudando a los más necesitados y compartiendo recursos para luchar contra la propagación del virus. Se trata de la mayor muestra de solidaridad de la UE”.
Para combatir la pandemia de la COVID-19, España ha paralizado todas las actividades esenciales.
El Gobierno declaró el estado de alarma el 14 de marzo y decretó, entre otras medidas, la limitación de movimientos de la población y el cierre de escuelas, comercios y otros establecimientos.
Posteriormente, con medidas más duras para contener la propagación de la COVID-19, el presidente del gobierno (primer ministro), Pedro Sánchez, anunció el 29 de marzo que un Consejo de Ministros extraordinario aprobó la limitación total del movimiento, excepto para los trabajadores en actividades esenciales.
Con esto, resumiendo el impacto que tendrá la pandemia de coronavirus en la economía española, el Banco de España predice un impacto "muy pronunciado" de la COVID-19 en el PIB y el empleo, pero "transitorio". Y para combatir esto, informa una receta muy clara: una política fiscal "ambiciosa, ágil y coordinada".
La respuesta de las políticas públicas para mitigar el impacto de la COVID-19.
Para enfrentar la pandemia y la crisis de salud pública, el área de acción prioritaria es fortalecer el sistema de salud lo más rápido posible, buscando aumentar la capacidad de tratar a los pacientes y encontrar soluciones científicas para enfrentar la pandemia.
Además, el gobierno español necesitaba tomar medidas fuertes y coordinadas de política económica para permitir que las actividades y los trabajos se reanuden rápidamente después de la crisis causada por COVID-19.
El gobierno español ha presentado una serie de medidas destinadas a reducir el impacto de la crisis en las familias, los trabajadores y las empresas. Las ayudas directas aprobadas hasta el momento ascienden a 21.000 millones de euros (el 1,7% del PIB). Además, se han adoptado otras medidas, como una línea de avales de hasta 100.000 millones y una moratoria para deudores hipotecarios, indica artículo publicado en la página web de Caixa Bank Research.
Familias:
1. Garantía de suministros básicos (electricidad, agua, gas y telecomunicaciones).
Trabajadores:
1. Adaptación de las horas de trabajo y el teletrabajo se ha facilitado siempre que sea posible.
2. Flexibilidad de ERTE, de modo que los trabajadores y trabajadores independientes puedan mantener un flujo de ingresos y volver rápidamente al empleo después del final del período de confinamiento.
Empresas:
1. Aplazamiento de los pagos de impuestos para las PYME;
2. Reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social para los trabajadores afectados por ERTE;
3. Línea de garantías para empresas y autónomos por importe de hasta 100.000 millones de euros, para garantizar su liquidez.
PIB, recuperación y cambios en el consumo
Con la crisis del nuevo coronavirus, los diferentes bancos centrales modificaron sus estrategias de política monetaria para tratar de mitigar los efectos de la COVID-19 en las cuentas de los países e inyectar liquidez en la economía.
Si es posible contener el virus y es posible reanudar las actividades, gradualmente, en la segunda mitad de 2020, la economía mundial puede crecer un 5,8% en 2021, señala el último informe "Perspectivas de la economía mundial" del FMI.
Es imposible decir cómo o cuándo se reactivará la economía o cuánto durarán las medidas de contención. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía mundial experimentará un escenario difícil este año desde la Gran Depresión (1929-1933) del siglo pasado. Según la organización, el PIB de España cae un 8% y solo se recuperaría parcialmente en 2021, con un aumento del 4,3%.
En términos europeos, el colapso económico español este año es comparable al de Portugal (también -8%), mientras que en Italia la caída será aún más fuerte (-9.1%) y ligeramente menor en Francia (-7.2% ) y Alemania (-7%). En la zona euro, el colapso será (-7.5%), pero con diferentes intensidades.
España sufrirá la recuperación debido a su alta dependencia del turismo y al sector servicios, pero aun así, se espera que la recuperación sea más rápida que en la última crisis, como lo indica la página web ABC Economía.
Es probable que la recuperación sea gradual y que nuestros hábitos y patrones de consumo cambien. Las incógnitas del consumo y la economía misma cambiarán y habrá sectores que sufrirán más que otros.
Parte de la complejidad del retorno a la normalidad económica está relacionada con el hecho de que no todos los sectores podrán compensar todas las veces que el confinamiento impidió el consumo de ciertos productos o servicios, mientras que otros tendrán un auge, como las nuevas tecnologías, el consumo de ocio, las plataformas y ventas en línea.
Los retos del sector inmobiliario español con la crisis del coronavirus
La crisis de salud del coronavirus ha reducido la actividad inmobiliaria, pero se espera que el impacto se reduzca con el tiempo y que el sector se convierta en uno de los salvavidas de la economía española a medio plazo.
Los expertos en el sector inmobiliario reconocen que es un momento difícil para el mercado residencial, pero advierten que para 2022 la situación puede volver a los niveles previos al coronavirus y creen que esta crisis no tiene nada que ver con la de 2008, la que llevó a España a un período gris que duró años.
Un estudio realizado por el Idealista, señala que antes de la pandemia el 44.1% de las búsquedas de vivienda en España ocurrieron en las capitales de provincia, desde que se decretó el estado de alarma, este porcentaje disminuyó a 38.8 %, lo que demuestra que durante el confinamiento, muchos españoles comenzaron a considerar establecer sus hogares en pequeños municipios alejados de los grandes centros urbanos.
El sector inmobiliario pronostica un ajuste de precios como resultado de la crisis. Se cree que se establecerá una relación más equilibrada entre propietarios y vendedores. Relacionado con esto, Ricardo Sousa, CEO de Century 21 en España y Portugal, agrega que “es probable que debido a la situación económica de los propietarios e inversores, algunos tengan la necesidad urgente de vender para hacer frente a la falta de liquidez, aplicando rebajas para conseguir una venta rápida de sus inmuebles a corto plazo”.
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